El sector farmacéutico español duplica su apuesta por los jóvenes en la última década

Esta industria también supera ampliamente el número de mujeres contratadas

Barcelona supone uno de los mayores atractivos en Europa para inversores en biotecnología

Los expertos consideran que este sector impulsará la economía española en 2025 

La industria farmacéutica española ha ganado un gran protagonismo en la economía de nuestro país durante los últimos años. Sus grandes datos en exportaciones e inversión en I + D hacen que este sector se haya consolidado como un importantísimo activo nacional.

En concreto, las exportaciones del pasado año superaron los 19 millones de euros, según datos oficiales del Gobierno de España. Además, nuestro país forma parte del top 10 en lo que a ventas de la industria se refiere y, según el CPHI Annual Report, en este 2024, el nuestro es el sexto país del mundo con mayor potencial de crecimiento como productor de medicamentos.

Unido a esto, el informe mencionado anteriormente sitúa a Barcelona como la segunda mejor ciudad europea para invertir en biotecnología, por delante de Berlín, Suiza o París y solo detrás de Londres. De hecho, el 53% de ejecutivos farmacéuticos internacionales encuestados en el estudio consideran que este territorio puede convertirse en el más atractivo del continente en el futuro si aumenta los recursos para la fabricación y ofrece oportunidades potenciales para la inversión entrante.

Debido a la gran importancia de esta industria en nuestro país, Synergie, multinacional de soluciones globales de recursos humanos, que cuenta con especialización en el sector Farma, ha realizado un análisis del estado del empleo en el sector.

Radiografía laboral del sector: empleo joven, de calidad e igualitario.

En lo que al empleo se refiere, la industria farmacéutica ha logrado posicionarse como un referente en crecimiento y calidad. Según el último informe publicado por Farmaindustria, desde el año 2017, el sector ha aumentado en un 25,8% su número de empleados directos y, sumando los indirectos y los inducidos, ocupa a más de 270.000 personas, lo que supone un 1,25% de los ocupados de nuestro país.

Por otra parte, la apuesta por el empleo joven es otra de las señas de identidad de esta industria, y es que, en los últimos 10 años, el peso de estos trabajadores se ha duplicado.

Otro de los aspectos que más relevancia tienen a la hora de analizar la situación del ecosistema laboral del sector farmacéutico es la gran cantidad de mujeres que se encuentran en las plantillas. De hecho, el porcentaje de trabajadoras (56%)  supera al de los hombres (43%) en un 13%, un dato muy distinto al de la media de empresas industriales en España, cuya representación femenina tan solo se sitúa en el 26%.

Unido a esto, los comités de dirección del sector farmacéutico también duplican a las empresas de IBEX-35 en lo que a presencia de mujeres se refiere, con un 45% y un 21% respectivamente. En cuanto a los presidentes y CEOs, las cifras se triplican, con un 24% de la industria farmacéutica por tan solo un 7% en las compañías españolas.

Sílvia Balcells, directora general de Synergie en España, subraya la importancia estratégica del sector farmacéutico para el futuro de la economía española, no solo por los resultados económicos, sino también por su papel crucial en la creación de empleo de calidad y su capacidad para atraer talento joven.

«El sector farmacéutico no solo se encuentra a la vanguardia de la innovación. También lidera el cambio hacia una mayor igualdad de género y diversidad en el ámbito laboral», comenta Balcells. «Esta combinación de crecimiento económico y compromiso social proyecta un panorama muy positivo para los próximos años». Asimismo, apunta que “la apuesta por atraer talento femenino y fomentar la igualdad en las oportunidades laborales no solo tiene un impacto económico, sino también social, allanando el camino hacia una industria más inclusiva y dinámica”.

Cabe recordar que, el informe del Observatorio Sectorial de CaixaBank asegura que el sector farmacéutico será uno de los tres que impulsen la economía española en este final de 2024 y 2025, junto al turismo y las telecomunicaciones.